Pasar al contenido principal
Autor/a:
Dr. Pablo Parente
Hospital:
Hospital Universitario de A Coruña (A coruña)
Colaboradores:
Dra. Eva Pablos Buitrón
ISBN:
978-84-09-18580-1
Infiltración tumoral de la arteria carótida común

La invasión de la arteria carótida común en tumores de cabeza y cuello, aunque poco frecuente, puede condicionar un mal pronóstico para los pacientes. Esta afectación supone un estadio IVB en tumores de orofaringe, hipofaringe, laringe, glándulas salivares mayores y en algunos tipos de cáncer de tiroides.

Estos tumores generalmente se consideran irresecables, aunque en casos puntuales se puede considerar la cirugía.

La afectación de la arteria carótida común se puede presentar en casos avanzados de tumores de orofaringe, hipofaringe, laringe, glándulas salivares mayores y en algunos tipos de cáncer de tiroides. Esta afectación puede darse o bien por extensión directa del tumor o por metástasis cervicales.

Las metástasis cervicales en el cáncer de cabeza y cuello condicionan en gran medida el pronóstico. Aunque es poco frecuente, en ocasiones la carótida común puede verse afectada empeorando el pronóstico de estos pacientes.

Los síntomas de estos pacientes dependerán en gran medida del tipo de tumor primario. En cuanto a la masa cervical, en estadios avanzados se trata de una tumoración en el cuello dura y no dolorosa a la palpación, de crecimiento progresivo.

Según las recomendaciones de la National Comprehensive Cancer Network (NCCN), un estadio IVB se considera irresecable, recomendando en primer lugar la entrada en ensayos clínicos o si no es posible, la utilización de terapias standard. El abordaje siempre debe ser multidisciplinar, por tanto es necesario presentar estos casos a un comité oncológico teniendo en cuenta el estado funcional del paciente e incluirlo a él y a su familia en la toma de decisiones tras un proceso cuidadoso de información.

Opciones quirúrgicas propuestas por algunos grupos especializados: 

La disección de la arteria carótida común:

Defendida por algunos grupos tanto con intención curativa como paliativa. Conlleva un riesgo de resección incompleta del 40% con infiltración microscópica de la carótida (3). Esta opción no se suele considerar tratamiento oncológico (5) y además puede debilitar la pared arterial y aumentar el riesgo de rotura (6,7). Consideramos que la resección incompleta no debe ser una opción. 

Resección:

La segunda opción quirúrgica que proponen es la resección sin revascularización o con reconstrucción con bypass, en la mayoría de los casos con vena safena o con material sintético, y en general se considera que el reemplazo con injerto, en vez de ligadura, tiene menores complicaciones y presenta mejores resultados (8-10), aunque en el meta-análisis de Snyderman (11) no se encontraron diferencias significativas entre la ligadura y la reconstrucción arterial ni diferencias estadísticamente significativas entre la supervivencia de los pacientes a los que se les realizó reconstrucción y los que no.

Cuando se considera la opción quirúrgica se realiza previamente un estudio previo a la intervención para comprobar el estado de las arterias y circulación cerebral. En casos de oclusión completa de la arteria carótida por el tumor, se haría una resección sin reconstrucción ya que la circulación colateral está funcionando correctamente. 

Resultados de la cirugía:

En la mayoría de los grupos que realizan resección quirúrgica en bloque o disección de la adventicia, la supervivencia media es de 12 meses (5,10,15), la supervivencia global a 2 años entre el 21-32% (9,11,15). La recurrencia ocurre en el 20-44% de los pacientes (5,9,10,15) y metástasis a distancia en el 16-24% (5,9,14,15).

Conclusión

La infiltración de la carótida común en los tumores de cabeza y cuello supone un estadio IVB con un mal pronóstico. El abordaje de esta enfermedad avanzada debe hacerse de manera multidisciplinar. Se puede sospechar esta afectación en la exploración física y con las pruebas de imagen, siendo la TC y RMN las más adecuadas. En cuanto al manejo, se considera irresecable, y se proponen tratamientos como la entrada en ensayos clínicos y sintomáticos y paliativos con quimio y radioterapia.

Complicaciones de la cirugía

Las complicaciones más frecuentemente descritas son derivadas de la afectación neurológica, como accidentes vasculares, hemiplejia o pérdida del habla (12).

La mortalidad postoperatoria oscila entre el 4-29% (5,9,10,13,14).

La rotura carotídea ocurrió en uno de los 26 pacientes de Biller et al (10) y en 5 de los 90 pacientes de Ozer et al (9).

La complicación más frecuente son los accidentes cerebrovasculares, en un 3 - 28% (5,9-11,13).

  1. Yu Q, Wang P, Shi H, Luo J. Carotid artery and jugular vein invasion of oral-maxillofacial and neck malignant tumors: diagnostic value of computed tomography. Oral Surg Oral Med Oral Pathol Oral Radiol Endod 2003;96(3):368-72.
  2. Sarvanan K, Bapuraj JR, Sharma SC, Radotra BD, Khandelwal N, Suri S. Computed tomography and ultrasonographic evaluation of metastatic cervical lymph nodes with surgicoclinicopathologic correlation. J Laryngol Otol 2002;116(3):194-9.
  3. Huvos AG, Leaming RH, Moore OS. Clinicopathologic study of the resected carotid artery. Analysis of sixty-four cases. Am J Surg 1973;126(4):570-4.
  4. Yousem DM, Hatabu H, Hurst RW, Seigerman HM, Montone KT, Weinstein GS, Hayden RE, Goldberg AN, Bigelow DC, Kotapka MJ. Carotid artery invasion by head and neck masses: prediction with MR imaging. Radiology 1995;195(3):715- 20.
  5. Freeman SB, Hamaker RC, Borrowdale RB, Huntley TC. Management of neck metastasis with carotid artery involvement. Laryngoscope 2004;114(1):20-4.
  6. Kennedy JT, Krause CJ, Loevy S. The importance of tumor attachment to the carotid artery. Arch Otolaryngol 1977;103(2):70-3.
  7. Urken M, Biller HF, Lawson W, Haimov M. Salvage surgery for recurrent neck carcinoma after multimodality therapy. Head Neck Surg 1986;8(5):332-42.
  8. Wright JG, Nicholson R, Schuller DE, Smead WL. Resection of the internal carotid artery and replacement with greater saphenous vein: a safe procedure for en bloc cancer resections with carotid involvement. J Vasc Surg 1996;23(5):775-80; discussion 781-2.
  9. Ozer E, Agrawal A, Ozer HG, Schuller DE. The impact of surgery in the management of the head and neck carcinoma involving the carotid artery. Laryngoscope 2008;118(10):1771-4.
  10. Biller HF, Urken M, Lawson W, Haimov M. Carotid artery resection and bypass for neck carcinoma. Laryngoscope 1988;98(2):181-3.
  11. Snyderman CH, D'Amico F. Outcome of carotid artery resection for neoplastic disease: a meta-analysis. Am J Otolaryngol 1992;13(6):373-80.
  12. Shaha AR, shahaa@mskcc.org, Memorial Sloan-Kettering Cancer Center NY, New York. Extended neck dissection. Operative Techniques in Otolaryngology-Head and Neck Surgery 2004;15(3):184-189.
  13. Brennan JA, Jafek BW. Elective carotid artery resection for advanced squamous cell carcinoma of the neck. Laryngoscope 1994;104(3 Pt 1):259-63.
  14. Katsuno S, Ishiyama T, Sakaguchi M, Takemae H. Carotid resection and reconstruction for advanced cervical cancer. Laryngoscope 1997;107(5):661-4.
  15. Colbert S, Rhamchandani P, Zhengang X, Xue B, Yongfa Q, Pingzhang T. Surgical management of cervical metastases with carotid artery involvement in patients with squamous cell carcinoma. British Journal of Oral and Maxillofacial Surgery 2011;49, Supplement 1:S6.
Estado del artículo:
Publicado