Las otitis externas son una patología muy frecuente tanto en las las consultas de atención primaria como en las del especialista en ORL. Generalmente, es una inflamación del conducto auditivo externo aunque puede expandirse al pabellón auricular. En este artículo hablaremos principalmente de las otitis externas agudas, pero también de las crónicas, y de algunos de sus desencadenantes o factores de riesgo como la manipulación externa y la utilización de audífonos o auriculares intracanales.
La aparición de estas infecciones está muy favorecida si existen patologías dermatológicas (eccema, psoriasis o dermatitis atópica). Otra situación muy frecuente que facilita la aparición de otitis externas son los conductos auditivos muy estrechos que favorecen la retención de cerumen. Este cerumen puede provocar retención de agua que se introduce al bañarse y se forma una condición ideal para el sobrecrecimiento bacteriano y fúngico.
Otros factores de riesgo que han de tenerse en cuenta son las manipulaciones del conducto auditivo externo (limpieza con bastoncillos o rascado con cualquier otro instrumento) o si se colocan auriculares intracanales (para escuchar música) o audífonos (para escuchar mejor). Las frecuencia de otitis por estas dos últimas situaciones se ha visto aumentada mucho en los últimos años debido al mayor uso de la juventud de los primeros y al aumento de personas de mayor edad que usan los segundos.
Las otitis más frecuentes son las otitis externas agudas difusas, provocadas en su mayoría por Pseudomonas aeruginosa. Pero tambíén existen otras infecciones específicas (lepra, tuberculosis, sífilis), otomicois, parasitosis o miasis, afectaciones crónicas alérgicas, psicocutáneas o irritativas.
Las infecciones por hongos u otomicosis son producidas por hongos saprófitos oportunistas. Los más frecuentes son los géneros Candia y Aspergillus.La enfermedad se desarrolla principalmente en épocas calurosas y en oídos húmedos o con otorrea crónica que haya necesitado tratamiento antibiótico. También podemos encontrarlo en cavidades radicales antromastoideas.
Las infecciones por hongos u otomicosis son producidas por hongos saprófitos oportunistas. Los más frecuentes son los géneros Candia y Aspergillus.La enfermedad se desarrolla principalmente en épocas calurosas y en oídos húmedos o con otorrea crónica que haya necesitado tratamiento antibiótico. También podemos encontrarlo en cavidades radicales antromastoideas.
La gran mayoría de otitis externas se diagnostican en verano debido a que el calor y la humedad al bañarse en piscinas y en la playa favorecen la infección bacteriana. Cada año se afecta aproximadamente el 2% de la población 1, siendo más frecuente en niños y en nadadores habituales.
La instauración de la clínica es rápida con prurito que pasa a
otalgia que puede ser muy intensa, sensación de plenitud del oído, hipoacusia y otorrea.
El cuadro suele resolverse entre 3 y 7 días. En aquellos casos persistentes se ha de descartar otitis medias supurativas que afectan el conducto de forma secundaria, dermatitis atópicas, eccemas (son muy frecuentes), dermatitis seborreicas, herpes, otitis fúngicas (más difíciles de curar).
La mayoría de las otitis externas se diagnostican mediante la clínica y la otoscopia.
En la exploración se observa edema del epitelio, eritema y otorrea. En casos más graves puede afectar la membrana timpánica (miringitis) y el pabellón auricular produciendo adenopatías periauriculares y, raramente, fiebre.
Una maniobra frecuente para saber si el dolor de oído es por una otitis externa o media (importante para la elección del tratamiento) es la maniobra de manipulación del trago o la de movilización del pabellón (ambas maniobras son “muy” dolorosas en la otitis externa y sólo “algo” dolorosas en la otitis media).
Una vez instaurada la otitis externa, el tratamiento incluye medicación analgésica, antiinflamatoria y antibiótica (o antifúngica).
Para el control del dolor y de la inflamación se suele recetar tratamiento sistémico como el paracetamol y el ibuprofeno. En los tratamientos tópicos se suelen añadir fármacos antiinflamatorios (generalmente corticoesteroides) para disminuir el edema del conducto, la otorrea y el dolor. Se ha demostrado que añadiendo estos últimos a las gotas antibióticas se reduce el tiempo de curación.
El tratamiento con antibióticos tópicos es muy efectivo ya que se consiguen altas concentraciones en el conducto. Los antibióticos más usados son aquellos que cubren la Pseudomonas y los Staphiococcus spp (aminoglicósidos y fluorquinolonas tienen entre el 70 y el 90% de tasa de curación). La duración del tratamiento debe ser de entre 7 y 10 días si la clínica se resuelve y hasta dos semanas si no lo hace (y entonces se debería acudir a revaloración médica).
El uso de antibióticos sistémicos suele ser necesario en pocas ocasiones aunque en nuestro medio todavía se está prescribiendo en una tercera parte de los pacientes, en muchas ocasiones por un inadecuado diagnóstico. Estos están indicados en aquellos casos más graves con celulitis periauricular, en pacientes diabéticos incontrolados, inmunodeprimidos, antecedentes de radiación en esa área o en casos en los que el edema ocluye completamente el conducto y el tratamiento tópico no puede entrar.
En las otomicosis es muy importante la limpieza de CAE y la aplicaciones de antisépticos. Se pueden realizar lavados con violeta de genciana al 1% o povidona iodada. Los productos antifúngicos, tópicos o sistémicos, son eficaces (clotrimazol, miconazol, ketoconazol,..)
En las miasis se ha de extraer todas las larvas mediante aspiración y realizar lavados con antisépticos.
La mayoría de las otitis se resuelven en pocos días pero en ocasiones la infección puede extenderse a los tejidos periféricos produciendo dermatitis del pabellón o pericondritis.
Una forma más grave es la otitis externa maligna que es una osteomielitis del hueso temporal que puede provocar afectación neurológica. Esta entidad está producida por Pseudomona aeuriginosa y el tratamiento ha de ser radical con desbridamiento quirúrgico y tratamiento con ciprofloxacino. La mayoría de las otitis se resuelven en pocos días pero en ocasiones la infección puede extenderse.
- Rosenfeld RM, Brown L, Cannon CR, et al. Clinical practice guideline: acute otitis externa. Otolaryngol Head Neck Surg. 2006 Apr;134(4 Suppl):S4-23.
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