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Autor/a:
José Manuel Meléndez García
Hospital:
Hospital Universitario Son Espases
ISBN:
978-84-09-19369-1

Infección que provoca inflamación del tejido adenoideo y amígdalas. Se denomina amigdalitis, si afecta principalmente a las amígdalas. Si es el tejido adenoideo el que se afecta principalmente, se denomina adenoiditis. El término de amigdalitis aguda recurrente se usa para describir episodios repetidos de infección aguda interrumpidos por intervalos sin enfermedad.

La etiología más común es la infección por virus. Etiologías virales reconocidas incluyen adenovirus, virus de Epstein-Barr, influenza, parainfluenza, rinovirus, coxsackie, virus sincitial respiratorio, entre otros. El patógeno más importantes que causa la amigdalitis bacteriana es el Streptococcus pyogenes o Estreptococo beta-hemolítico grupo A (EBHA). 

Existen otros causantes, entre los que predominan el Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumoniae (neumococo) y Staphilococcus aureus.

El estreptococo beta-hemolítico del grupo A, Streptococcus pyogenes, representa el origen bacteriano más común en niños (20-30%) y adultos (5-15%). Esta infección ocurre típicamente en niños en edad escolar y adolescentes, siendo poco común en niños menores de 3 años. Ocurre con mayor frecuencia en los meses de invierno y principios de la primavera. La enfermedad se transmite por contacto con secreciones orales y respiratorias de otros pacientes con infección aguda, raramente por pacientes asintomáticos. La amigdalitis aguda es causada por una infección viral en 70-95% de los casos. Virus como el sincitial respiratorio, rinovirus y parainfluenza, predominan en el invierno y los enterovirus en los meses más cálidos.

Fiebre, odinofagia y exudados son hallazgos inespecíficos. Tos concomitante, rinorrea, disfonía, diarrea y/o la presencia de vesículas orofaríngeas son sugestivas de etiología viral. La presencia de rash escarlatiniforme, petequias palatinas, exudado faríngeo, vómitos y adenopatías cervicales dolorosas hace pensar en EBHA. Estridor, rigidez cervical, sialorrea o dificultad respiratoria, sugieren enfermedades más serias como epiglotitis, absceso retrofaríngeo o el Síndrome de Lemierre.

Debe ser un diagnóstico clínico. El diagnóstico de confirmación de amigdalitis aguda por EBHA se lleva a cabo mediante cultivo microbiológico de frotis faríngeo. No suele hacerse de rutina. Tampoco están indicados los análisis de sangre rutinarios. La determinación de los valores de antiestreptolisina O (ASLO) no está indicada para establecer el diagnóstico. La escala de puntuación de McIsaac, basada en los criterios de Centor, para la evaluación clínica de la probabilidad de amigdalitis por EBHA, es una de las herramientas más empleadas. Con una puntuación mayor o igual a 3 (Centor o McIsaac), se debe considerar realizar la confirmación diagnóstica mediante test de detección rápida del antígeno EBHA o cultivo microbiológico de frotis faríngeo.

 

Sintomático, incluyendo analgésicos, antiinflamatorios y antitérmicos. Tratamiento etiológico con antibióticos en caso de infección bacteriana. Penicilina oral o intramuscular y amoxicilina, son tratamientos de primera línea. Cefalosporinas de primera generación, macrólidos o clindamicina, se aceptan como alternativa para pacientes con alergia a la penicilina.

Las indicaciones más frecuentes de amigdalectomía son la obstrucción de vía aérea superior y las infecciones recurrentes de vía aérea superior (Criterios de Paradise). 

PFAPA (síndrome de fiebre periódica, estomatitis aftosa, faringitis y adenitis cervical) y absceso periamigdalino recurrente pueden ser indicaciones para amigdalectomía.

Sdme PFAPPA
Si bien el diagnóstico de apnea obstructiva del sueño exige un estudio de polisomnografía, existen condiciones que deben observarse y que podrían mejorar después de la amigdalectomía, incluido el retraso del crecimiento, bajo rendimiento escolar, enuresis y problemas de conducta.

El síndrome de apneas/hipopneas del sueño en la infancia no comparte los mismos criterios que en el adulto. Algunos especialistas consideran que la polisomnografía en niños es anormal si existen niveles de pulsioximetría inferiores al 92% o un IAH >1 (más de 1 evento apneico/hipopneico en 2 o más respiraciones consecutivas por hora), o ambos. Un IAH > 5 justifica la amigdalectomía.

Es recomendable el uso rutinario de medicamentos antieméticos para prevenir náusea y vómito postoperatorio en la amigdalectomía. Una dosis de dexametasona endovenosa administrada intraoperatoriamente es recomendable. No se recomienda el uso rutinario de antibióticos perioperatorios en amigdalectomía.

La principal causa de morbilidad tras la amigdalectomía es el dolor, capaz de provocar disminución de la ingesta oral, disfagia, deshidratación y pérdida de peso. Deben establecerse estrategias para el control del dolor después de la amigdalectomía.

Existen pocos datos que permitan apoyar la superioridad de la amigdalectomía parcial o total. La amigdalectomía parcial se asocia con ventajas moderadas en relación al tiempo de inicio de una dieta o actividad normal, pero también puede asociarse con el crecimiento de la amígdala residual y la recurrencia de los síntomas. La evidencia respalda la suposición de que la amigdalectomía parcial presenta menores tasas de hemorragia postoperatoria.

La técnica quirúrgica utilizada depende a menudo de la preferencia del cirujano basada en su experiencia.

Las siguientes imágenes muestran una hipertrofia amigdalar y el resultado después de amigdalectomía con electrobisturí.

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La amigdalectomía es eficaz reduciendo el número y la gravedad de las infecciones subsecuentes durante al menos 2 años, cuando los niños intervenidos cumplen los criterios para faringoamigdalitis recurrente (Criterios de Paradise).

La hemorragia postamigdalectomía primaria se produce durante las primeras 24 horas siguientes a la intervención y ocurre en 0.2% a 2.2% de los niños intervenidos. La hemorragia secundaria (más de 24 horas después del procedimiento) en 0.1% a 3%. En adultos, la incidencia es considerablemente mayor.

Celulitis y absceso periamigdalino, absceso retrofaríngeo, otitis media aguda, sinusitis, mastoiditis y adenitis cervical supurativa, entre las complicaciones supurativas. Como complicaciones no supurativas, fiebre reumática aguda, glomerulonefritis postestreptocócica, artritis reactiva postestreptocócica, eritema nodoso, púrpura anafilactoide y síndrome PANDAS (síndrome neuropsiquiátrico autoinmunitario asociado a infección por estreptococo en la edad pediátrica).

  1. Bochner RE, Gangar M, Belamarich PF. A Clinical Approach to Tonsillitis, Tonsillar Hypertrophy, and Peritonsillar and Retropharyngeal Abscesses. Pediatr Rev. 2017 Feb;38(2):81-92.
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