Pasar al contenido principal
Autor/a:
Dra. Mercedes Valido Quintana
Hospital:
Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín (Las palmas)
Colaboradores:
Dra. Angeles Mercedes Oviedo Santos
ISBN:
978-84-09-30542-1

Los tumores rinosinusales en la población pediátrica habitualmente no presentan signos o síntomas específicos. Por lo que es preciso una alta sospecha clínica para su diagnóstico. Las neoplasias de los senos paranasales son extremadamente raras en los niños. Infecciones crónicas del tracto respiratorio superior, la congestión nasal, la epistaxis y la rinosinusitis son mucho más prevalentes en la población pediátrica, y manifiestan muchos síntomas que se superponen con los de los tumores malignos sinusal. Los síntomas pueden ser inespecíficos e indolentes durante meses o incluso años, lo que lleva a un retraso en diagnóstico. La mayoría de estos tumores en la literatura han presentado con etapa avanzada, lo que resulta en resultados de supervivencia generalmente pobres.

Los sarcomas y los linfomas componen el 75% de los tumores nasosinusales malignos pediátricos, siendo más frecuentes los tumores no-epiteliales, el otro 25% lo compone el carcinoma nasofaríngeo (asociado a virus Epstein-Barr - VEB). Los tumores nasales más frecuentes son el rabdomiosarcoma (37%), el Linfoma no Hodgkin, el sarcoma y el estesioneuroblastoma (25%). Otros tipos de tumores menos comunes son el Sarcoma de Ewing, el tumor neuroectodérmico primitivo, el fibrosarcoma, el condrosarcoma y el histiocitoma fibroso maligno.

La edad al diagnóstico suele estar en torno a los 7 meses a los 17 años, con un leve predominio masculino. La edad promedio en la presentación es alrededor de los 10 años. La ubicación más común suele ser el seno maxilar (alrededor del 60%), seguido de seno etmoidal (30%) y seno frontal / esfenoidal (10%). La mayoría de los pacientes (alrededor del 67%) no presentan enfermedad ganglionar.

El 50% de los pacientes presentan obstrucción nasal unilateral como síntoma principal, pero también las manifestaciones oftalmológicas se presentan en un alto porcentaje de casos. El tiempo de evolución desde el inicio de los síntomas hasta el diagnóstico varía desde unas 7 semanas hasta los 5 meses de media. Otros síntomas son: rinorrea, epistaxis, cefaleas, dolor facial, cansancio, parestesias, parálisis, pérdida de sensibilidad, edema y otros.

El diagnóstico es siempre histológico; la biopsia será necesaria para identificar el tipo de tumor. Se debe realizar una historia clínica y exploración ORL completa, rinoscopia anterior y nasofibroscopia. Serán necesarios estudios de extensión con TAC y/o RNM de senos paranasales. Se pueden encontrar tanto en las cavidades sinusales, como en la propia cavidad nasal o en ambos. En 1976, Kadish et al, desarrollaron un nuevo sistema de clasificación. El grupo A incluía un tumor confinado a la cavidad nasal, grupo B tenía extensión a los senos paranasales, y el grupo C tenía tumor extendiéndose más allá de los senos paranasales. Más recientemente, la estadificación TNM de esta enfermedad se ha utilizado en base a criterios radiológicos. La estadificación previa al tratamiento se basa en la Sistema TNM-UICC. T1 indica tumor limitado a la anatómica lugar de origen, T2 incluye la extensión del tumor más allá de este sitio, con sufijos 'a' y 'b' que representan el tamaño del tumor (5 cm de diámetro y > 5 cm de diámetro, respectivamente). La 'N' y la 'M' indican el compromiso ganglionar y la metástasis a distancia, como es la estadificación estándar nomenclatura para la mayoría de las neoplasias malignas de cabeza y cuello.

El tratamiento incluye tanto la quimioterapia (principalmente) como la cirugía. La terapia multimodal incluida la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia ha sido indicados, especialmente en pacientes con enfermedad avanzada. En pacientes con enfermedad en estadio A, la cirugía sola es el tratamiento estándar. En pacientes con enfermedad en estadio B, cirugía seguida de adyuvante la radioterapia parece proporcionar el resultado más favorable. En pacientes con enfermedad en estadio C, terapia combinada que incluyen la resección craneofacial, la quimioterapia y la radioterapia obtuvieron mejores resultados que los pacientes sin terapia multimodal.

La tasa de supervivencia a los 5 años es de un 52 - 54% aproximadamente para los pacientes con tumores sólidos (mejor pronóstico que los linfomas) con una supervivencia media de alrededor de 15 años. El rabdomiosarcoma tiene una tasa de supervivencia alrededor del 23 al 43% y el estesioneuroblastoma alrededor del 28%.

Según el tipo de tratamiento (desde médico a quirúrgico) varían desde la obstrucción nasal, rinorrea, otitis serosas, y daño a las estructuras anatómicas vecinas (sobretodo las oculares).

  1. Malignant tumors of the sinonasal tract in the pediatric population (Lee et al). 
  2. Nasal Mass: Johns Hopkins Pediatric Otolaringology (Ear, Nose and Throat). 
  3. Pediatric Head and Neck Tumors – Mt. Scott ENT, Portland. 
  4. Pediatric Otolaryngology overview – Nasal Mass. 
  5. Staging and survival for sinus cancer in the pediatric population (Shapiro and Bhattacharyya) 
  6. J. Hicks, C. Flaitz, Rhabdomyosarcoma of the head and neck in children, Oral. Oncol. 38 (2002) 450–459. 
  7. Q.A. Nguyen, J.G. Villablanca, S.E. Siegel, D.M. Crockett, Esthesioneuroblastoma in the pediatric age-group: the role of chemotherapy and autologous bone marrow transplantation, Int. J. Pediatr. Otorhinlaryngol. 37 (1996) 45–52. 
  8. N.L. Shapiro, N. Bhattacharyya, Population-based outcomes for pediatric thyroid carcinoma, Laryngoscope 115 (2005) 337–340. 
  9. N.L. Shapiro, N. Bhattacharyya, Clinical characteristics and survival for major salivary gland malignancies in children, Otolaryngol-Head Neck Surg. 134 (2006) 631–634. 
  10. N. Bhattacharyya, Survival and prognosis for cancer of the submandibular gland, J. Oral Maxillofacial Surg. 62 (2004) 427–430. 
  11. M.M. Benoit, N. Bhattacharyya, W. Faquin, M. Cunningham, Cancer of the nasal cavity in the pediatric population, Pediatrics 121 (1) (2008) 141–145. 
  12. www.seer.cancer.gov/. [8] J. Wurm, J. Constantinidis, G.G. Grabenbauer, H. Iro, Rhabdomyosarcomas of the nose and paranasal sinuses: treatment results in 15 cases, Otolaryngol-Head Neck Surg. 133 (2005) 42–50. 
  13. Q.C. Luu, J.L. Lasky, T.B. Moore, S. Nelson, M.B. Wang, Treatment of embryonal rhabdomyosarcoma of the sinus and orbit with chemotherapy, radiation, and endoscopic surgery, J. Pediatr. Surg. 41 (2006) E15–E17. 
  14. H.T. Eich, R.-P. Muller, O. Micke, M. Kocher, F. Berthold, B. Hero, Esthesioneuroblastoma in childhood and adolescence: better prognosis and treatment? Strahlenther. Onkol. 181 (2005) 378–384. 
  15. V. Nabili, M. St John, P. Cohan, R. Lufkin, W. Bhuta, E. Abemayor, Radiology quiz case 1, Arch. Otolaryngol. Head Neck Surg. 132 (2006), pp. 342, 344–345. 
  16. S. Kadish, M. Goodman, C.C. Wang, Olfactory neuroblastoma: a clinical analysis of 17 cases, Cancer 37 (1976) 1571–1576. 
  17. P. Dulguerov, T. Calcaterra, Esthesioneuroblastoma: the UCLA experience 1970– 1990, Laryngoscope 102 (1992) 843–849. 
  18. S. Jorg, C. August, W. Stoll, J. Alberty, Myxoid chondrosarcoma of the maxilla in a pediatric patient, Eur. Arch. Otorhinolaryngol. 263 (2006) 195–198. 
  19. D. Filiatrault, S. Jequier, P. Brochu, Pediatric case of the day, Radiographics 13 (1993) 1397–1399. 
  20. A. Franchi, I. Sardi, V. Cetica, A. Buccoliero, F. Giordano, F. Mussa, et al., Pediatric sinonasal neuroendocrine carcinoma after treatment of retinoblastoma, Hum. Pathol. 40 (2009) 750–755.
Estado del artículo:
Publicado