Pasar al contenido principal
Autor/a:
Dra. María Soledad Cabrera Ramírez
Hospital:
Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín
Colaboradores:
María Sandra Domínguez Sosa
ISBN:
978-84-09-18813-0

Según  el aspecto clínico-histológico, evolución y comportamiento biológico se distinguen dos grupos: benignos (tumores de desarrollo exclusivamente local, bien delimitados y de crecimiento lento) y tumores malignos( crecimiento rápido, infiltrante, mal delimitados, más indiferenciados, metastasizantes y recidivantes).

Los tumores cutáneos malignos son los más frecuentes siendo la región cérvico-facial la zona donde aparecen la mayoría de ellos.

Dentro de ellos podemos distinguir dos tipos: los melanomas y los no melanóticos (TCNM). 

Los TCNM comprenden a su vez los carcinomas basocelulares y los carcinomas epidermoides.

Afectan fundamentalmente a los caucásicos de piel clara y ojos azules y cabellos rubios o pelirrojos, siendo muy infrecuente en la raza negra.

Más del 80% de las lesiones se sitúan en la región de cabeza y cuello con predominio de la nariz y el pabellón auricular.

El tratamiento es básicamente quirúrgico. Otras modalidades terapeúticas incluyen destrucción local, curetaje, quimioterapia lesional o radioterapia. 

Tiene un buen pronóstico con un tratamiento precoz y adecuado, una supervivencia a los 5 años de más del 95%.

Los melanomas cutáneos han presentado un aumento importante en su incidencia en los últimos años, explicado en parte por el diagnóstico precoz, debido a un mejor cribado y una mayor educación de la población en general.

La prevención y la detección temprana son condiciones indispensables para reducir la mortalidad del melanoma maligno y la morbilidad de los demás cánceres de piel. Por lo tanto hemos de estar familiarizados con la epidemiología y con las manifestaciones clínicas tempranas de estos tumores.

TUMORES BENIGNOS
1. Queratosis seborreicas

Son los tumores benignos más frecuentes. No hay factores etiológicos conocidos, aunque algunos datos epidemiológicos se esgrimen a favor de la etiología genética y solar.

2. Quistes cutáneos

Cavidades incluidas en la dermis y/o la hipodermis revestidas por epitelio y que contienen un material cuya consistencia oscila de líquido a sólido. Se clasifican en anexiales y no anexiales según deriven o no de la unidad pilo-sebácea. Los más frecuentes en la cara son los anexiales.

2.1 Quiste epidermoide infundibular común.

También llamado quiste epidérmico y mal denominado quiste sebáceo. Es el quiste más frecuente (entre el 80 y el 90%) y afecta principalmente a adultos jóvenes y de edad media, en especial a varones. Procede del infundíbulo pilosebáceo. Sus localizaciones predilectas son las áreas donde predomina el acné vulgar (cara, cuello y parte superior del cuerpo)

2.2 Quiste tricolémico

También llamado quiste triquilemal y también mal denominado quiste sebáceo. Ocupa el segundo lugar en frecuencia de los quistes cutáneos.Algunos autores le asignan una herencia autosómica dominante.

2.3 Quiste miliar.

Son quistes epidérmicos en miniatura. Son pápulas de 1-2 mm, habitualmente múltiples y de color blanco perlado o amarillo. Se dividen en primarios, que aparecen en la mejilla y los párpados de personas jóvenes desapareciendo espontáneamente en la tercera o cuarta semana, y secundarios como estigmas residuales de procesos como quemaduras superficiales, radiodermitis, traumatismos repetidos o dermatosis ampollosas subepidérmicas.

3. Nevos

Malformación no hereditaria, circunscrita, secundaria a una alteración del desarrollo embrionario. Coloquialmente se conocen como «lunares», «manchas de nacimiento» o «antojos». Los nevos pueden hallarse presentes desde el nacimiento (nevos congénitos) o pueden aparecer a lo largo de la vida (nevos adquiridos). Existe gran cantidad de clases de nevos que han sido clasificados en tres tipos: los nevos de células pigmentarias, los nevos nevocíticos o nevos celulares y los nevos organoides. 

3.1 Nevos de células pigmentarias o melanocíticos

Se caracterizan por presentar un mayor número de melanocitos epidérmicos o dérmicos y/o una actividad aumentada de éstos. Se presentan como áreas circunscritas de hiperpigmentación. En la cara, los más frecuentes son los lentigos simples.Pueden ser congénitos o adquiridos. Los nevos pigmentocelulares congénitos tienen una mayor tendencia a la malignización que los adquiridos. En cuanto al porcentaje de malignización se considera que un 13% de melanomas se asocia a nevos, y que el 0,6% de los congénitos acaba en melanoma.

3.2 Nevos organoides

Son excrecencias verrugosas en placas circunscritas, lineales, zoniformes o regionales de color pardusco o negro. 

3.3 Nevos sebáceos

La lesión forma una placa de color amarillento o anaranjado, benigna y elevada. Debe ser extirpada puesto que tiene riesgo de degeneración hacia carcinoma basocelular, entre otros.

4. Tumores vasculares

Los hemangiomas son los más frecuentes en la cara. Son hiperplasias de los vasos dermoepidérmicos consecutivas a simples angiectasias, multiplicación de vasos bien diferenciados o proliferación de células endoteliales. Los hemangiomas son de dos tipos:

4.1 Hemangiomas capilares:

Pueden ser congénitos, pero suelen hacerse más visibles a los tres meses de edad.

4.2 Hemangiomas cavernosos:

Histológicamente están constituidos por amplios canales venosos desprovistos de fibras elásticas.

5. Queratoacantoma

Es una neoplasia epitelial benigna frecuente que se caracteriza por un crecimiento rápido  y una involución espontánea en unos meses. En el mecanismo etiopatogénico se han implicado varias posibles causas: radiaciones ultravioletas, traumatismos mecánicos, factores genéticos, inmunodepresión, productos químicos (alquitranes) y virus.

6. Lesiones cutáneas precancerosas
6.1 Queratosis actínica.

También llamadas queratosis solares y son la forma de precáncer más frecuente. Son neoplasias cutáneas determinadas por anormalidades cromosómicas que surgen en zonas expuestas a la luz solar. En su génesis intervienen tres factores: susceptibilidad racial ( piel clara), tiempo total de exposición al sol (presente en mayores de 40 años) y grado de insolación de la zona de procedencia (más frecuentes en países soleados) y de la profesión llevada a cabo (más frecuente en campesinos, marineros, etc.).

6.2 Queilitis actínicas.

Representan el equivalente de las queratosis actínicas de la piel en el labio inferior. Comparten etiología y epidemiología con la queratosis actínica. 

6.3 Lentigo maligno.

Se origina a partir de un clon anormal de melanocitos intraepidérmicos en la piel dañada por el sol; las radiaciones ultravioletas desempeñan un papel causal.

7. Leucoplasia.

Manchas blancas persistentes e idiopáticas, que deben ser biopsiadas por su notable potencial de malignización. Existen múltiples factores etiológicos (alcohol, hipovitaminosis, ciertas hipercolesterolemias, etc.) de entre las que se destacan, el tabaco y las radiaciones ultravioletas.

8. Hiperplasia angiolinfoide con eosinofilia.

Lesión inflamatoria benigna poco frecuente con prediliección por la región de la cabeza y cuello.

TUMORES MALIGNOS
1. Carcinoma Basocelular (CBC) 

Su etiología se desconoce, estableciéndose diversos factores de riesgo. El principal lo constituyen las radiaciones ultravioletas acumuladas, seguido de las radiaciones ionizantes, la inmunosupresión (para el manejo del trasplante de órganos), antecedentes familiares, heridas, historia previa de cáncer cutáneo y, algunas enfermedades hereditarias con aumento de sensibilidad a los rayos ultravioletas como el xeroderma pigmentosum. Estudios genéticos señalan la aparición de mutaciones en el ADN como la inactivación del gen supresor p53 o disregulaciones de oncogenes como el ras.. Otras posibles causas son determinados agentes químicos (hidrocarburos policíclicos aromáticos, clorofenoles, arsénico, etc.) 

2. Carcinoma Espinocelular (CEC)

El factor etiológico mejor conocido es la exposición a las radiaciones ultravioletas B (camas solares). Tiene gran incidencia en la población rural de zonas expuestas al sol. En el 90% de ellos se observa la mutación del gen p53. Otros factores son la exposición a radiaciones ionizantes, contaminantes ambientales: arsénico, hidrocarburos aromáticos, tabaco; inmunosupresión en receptores de trasplantes renales, úlceras, escaras, quemaduras y otras demartitis crónicas, la infección por el papiloma virus humano.

3. Melanoma

Es un tumor de origen melanocitario con elevado potencial metastásico. Se considera una enfermedad sistémica y, trás evaluación inicial; debe excluirse la presencia de metástasis a distancia. A diferencia del carcinoma basocelular y epidermoide, cuya génesis se relaciona con la dosis total de radiación en la piel, los melanomas se originan por la exposición intermitente e intensa al sol. Son la causa del 75% de las muertes por cáncer de piel, localizándose el 25% en cabeza y cuello.

TUMORES BENIGNOS
1. Queratosis seborreica.

Son muy frecuentes en las personas de edad avanzada. Se suelen localizar además de en la cara, en cuero cabelludo, cuello y parte superior del tronco.

2. Quistes cutáneos.
2.1. Quiste epidermoide infundibular cutáneo.

Es el quiste más frecuente y afecta fundamentalmente a adultos jóvenes y de edad media, en especial varones.

2.2. Quiste tricolémico.

Se observa en la edad media de la vida, siendo dos veces más frecuentes en las mujeres. El 90% se encuentra en el cuero cabelludo, pero también pueden encontrarse en la cara.

2.3. Quiste miliar.

Los primarios aparecen en la mejilla y los párpados de personas jóvenes desapareciendo espotáneamente en la 3ª o 4ª semana.

3. Nevos.
3.1.

Pueden hallarse presentes desde el nacimiento (nevos congénitos) o aparecer a lo largo de la vida (nevos adquiridos).

3.2. Nevos organoides.

Suelen aparecer en el primer decenio, pudiendo crecer durante la pubertad.

3.3. Nevos sebáceos.

Suelen aparecer en el recién nacido y van aumentando de tamaño a medida que el niño va creciendo, puesto que son sensibles a los andrógenos.

4. Tumores vasculares.
4.1 Hemangioma capilares:

Son más frecuentes en las niñas y se suelen asociar con otras lesiones cutáneas y excepcionalmente con hemangioma subglótico. En el adulto tan solo una minoría persisten ya que la mayoría remiten en la primera década de la vida.

5. Queratoacantoma.

Suele predominar en varones, entre 45 y 70 años de edad. Surgen con predominio en la piel fotoexpuesta: cara, cuello, antebrazos y dorso de manos.

6. Lesiones cutáneas precancerosas.
6.1 Queratosis actínica.
6.2 Queilitis actínica.

Son más frecuentes en el labio inferior.

6.3 Lentigo maligno.

Suele aparecer en pacientes de edad avanzada y de raza blanca, sin predilección por un determinado sexo. Su localización específica es la cara expuesta al sol de forma crónica.

7. Leucoplasia.

Se suele desarrollar en el prolabio (casi siempre en el labio inferior), también puede localizarse en la superficie interna de las mejillas, paladar duro o lengua.

8. Hiperplasia angiolinfoide con eosinofilia.

Predilección por la región de la cabeza y cuello.

TUMORES MALIGNOS
1. Carcinoma Basocelular 

Es la neoplasia cutánea más común, representa el 75% de los TCNM. Afecta predominantemente a varones adultos mayores de 50 años y ancianos, caucásicos (piel y cabellos claros). Individuos con ocupaciones que requieren una exposición prolongada al sol como los granjeros, los pescadores, etc., se ven afectados con mucha frecuencia. En el 85% de los casos aparecen en la región cérvico facial, con predilección por la nariz en un 30%, región paranasal, pabellón y zona preauricular, canto y área palpebral, mejillas y sien.

2. Carcinoma Espinocelular:

Representa alrededor del 20% de todos los tumores epiteliales malignos, es el segundo tumor maligno de piel en cuanto a su frecuencia. Los factores de riesgo asociados con el carcinoma epidermoide son similares a los asociados con el carcinoma basocelular. Afecta sobre todo la piel expuesta de individuos de edad adulta y avanzada y de piel y ojos claros. Rara vez nacen de una piel completamente normal; en general aparecen en piel dañada por el sol.

Procede de los queratinocitos del estrato espinoso. Tiene capacidad infiltrante, destructora y de diseminación linfática y hemática, siendo el tumor cutáneo maligno más frecuente entre aquellos con capacidad metastásica.

3. Melanoma 

Se han encontrado en algunas familias con melanoma hereditario mutaciones en los genes CDKN2A y CDK4. Además de los factores genéticos, la latitud y exposición al sol, fototipos bajos, antecedentes de melanoma familiar y presencia de nevos puede contribuir al desarrollo del melanoma. Las exposiciones solares intermitentes y las quemaduras solares severas especialmente durante la infancia han sido también relacionadas con un mayor riesgo de melanoma.

Su incidencia en el mundo es variable. Aumenta aproximadamente entre un 4 y un 8% anual, hecho que, junto con el potencial letal de este tumor, lo ha convertido en un problema social y sanitario de primer orden.La población blanca de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y el sur de Estados Unidos tiene los índices más elevados, mientras que la población asiática de Hong Kong, Singapur, China, India y Japón presentan las tasa más bajas. 

Los factores que aumentan en gran medida el riesgo de melanoma son una lesión pigmentada que cambia, la presencia de nevos atípicos en pacientes con historia familiar de melanoma y presencia de más de 50 nevos mayores de 2 mm en una misma persona.

El 60% de los melanomas de cabeza y cuello se localizan en la cara, principalmente en las mejillas, con un 9% en las orejas, un 4% en la nariz y el 26% en el cuero cabelludo. Los de pabellón auricular poseen un peor pronóstico, representan el 1% del total de melanomas y entre el 7 al 14% de los melanomas de cabeza y cuello.

TUMORES BENIGNOS
1. Queratosis seborreica.

Se suelen presentar como máculas marronáceas inicialmente bien delimitadas que posteriormente se transforman en elevadas y con aspecto verrugoso y deslustrado. A la palpación no están infiltradas.

2. Quistes cutáneos.
2.1 Quiste epidermoide infundibular común.

Se presentan como elevaciones de la epidermis, formando semiesferas con consistencia elástica y de tonalidad amarillenta o blanquecina con telangiectasias. Frecuentemente centradas por un poro.

2.2 Quiste tricolémico.

Son elementos hemisféricos, de mayor consistencia que los quistes epidermoides, sin poro central.

2.3 Quiste miliar.

Son frecuentemente pápulas de 1-2 mm, habitualmente múltiples y de color blanco perlado o amarillo.

3. Nevos.
3.1 Nevos de células pigmentarias o melanocíticos.

Se presentan como áreas circunscritas de hiperpigmentación. lo más frecuentes en la cara son los lentigos simples, pequeñas áreas maculares hiperpigmentadas de 3-5 mm que se extienden por todo el tegmen cutáneo.

3.2 Nevos organoides.

Son excreciencias verrugosas en placas circunscritas, lineales, zoniformes o regionales de color pardusco o negro.

3.3 Nevos sebáceos.

Forman una placa de color amarillento o anaranjado, benigna y elevada.

4. Tumores vasculares.

Se dividen en planos, pequeñas máculas congénitas de color rosado o rojo intenso-violáceo que se desvanecen a vitropresión; tuberosos, elevaciones rojo-vinosas; y cavernosos, masas protuyentes de color azulado irregular.

5. Queratoacantoma.

Se trata de un tumor aislado que pasa por unas fases: a) fase inicial: pápula algo deprimida en el centro. b) 3-8 semanas: tumor de 1-3 cm con amplio cráter central lleno de tapón hiperqueratósico. c) fase de regresión: se aplanan los bordes y se desprende el tapón córneo. d) fase cicatrizal. Se completa la involución con una cicatriz antiestética.

6. Lesiones cutáneas precancerosas.
6.1 Queratosis actínica.

Consiste en una escama amarillenta o marronácea seca y áspera, adherida sobre un área hiperémica con puntos sangrantes. Suelen ser múltiples y se localizan en la cara, frente, mejillas, nariz y pabellones auriculares.

6.2 Queilitis actínica.

Se localizan en la superficie del labio inferior, cuya superficie se vuelve más opalescente, queratósica, agrietada y ulcerada.

6.3 Lentigo maligno.

Mácula bien delimitada, pequeña, de color marronáceo o pardo claro, que puede permanecer estable o crecer y volverse con el tiempo más oscuro, de aspecto más irregular.

7. Leucoplasia.

Desde el punto de vista morfológico comienza con uno o varios elementos puntiformes, lenticulares que al crecer forman placas blanquecinas.

8. Hiperplasia angiolinfoide con eosinofilia.

Lesiones vasculares de tamaño pequeño-mediano (5mm a 5 cm) localizadas en dermis y tejido subcutáneo.

TUMORES MALIGNOS
1. Carcinoma Basocelular:

Se distinguen dos formas clínicas: CBC plano y CBC perlado. 

1.1 CBC plano

Tiene 3 formas clínicas: CBC plano eritematoide, pagetoide y el esclerodermiforme. Este último consiste en una placa esclerosa dura, blanco amarillenta, siendo el más frecuente en la cara, ya que el resto predominan en el tronco. 

1.2 CBC perlado

Es la forma más frecuente de presentación, 95% de los casos. Origina ulceraciones superficiales; en determinadas situaciones la ulceración precoz y masiva da lugar a la variante agresiva llamada ulcus rodens. Los de peor pronóstico son las formas infiltrantes o terebrantes y las formas úlcero-vegetantes. 

Los carcinomas basocelulares son tumores de crecimiento lento que pueden pasar desapercibidos durante meses o años hasta que se ulceran, sangran o se vuelven sintomáticos de cualquier otra manera.Las metastasis en los ganglios regionales son muy poco frecuentes

2. Carcinoma Espinocelular:

Se presenta como una úlcera poco profunda de color amarillo rosácea o eritematosa, rodeada de borde firme y elevado, su base granular puede estar cubierta por una costra o mostrar un lecho granuloso sangrante. El eritema inflamatorio y la descamación en la periferia son frecuentes. En un estadio temprano, el tumor puede ser pequeño y nodular, sin ulceración, y se confunde fácilmente con un carcinoma basocelular.

3. Melanoma:

Se distinguen 4 tipos según una clasificación anatomoclínica: Melanoma de extensión superficial (MES), Léntigo maligno melanoma (LMM), Melanoma lentiginoso acral (MLA) y el melanoma nodular (MN). 

3.1 Melanoma de extensión superficial:

Su localización preferente es en miembros inferiores de mujeres y espalda de hombres.Clínicamente es muy polimorfo, pudiendo aparecer como un tumor pigmentado, policromo, que al principio es plano, con bordes irregulares y asimétricos, y que posteriormente se eleva, como un nódulo azulado negruzco, negro, marrón, gris o amelanótico, que pronto tiende a ulcerarse. La aparición de metástasis por vía linfática y/o hemática es frecuente.

3.2 Léntigo maligno melanoma:

Se localiza, casi exclusivamente, en la piel fotoexpuesta de la cabeza y cuello en personas de edad avanzada. Se suele iniciar como un lentigo maligno que generalmente al cabo de varios años comienza con una fase de crecimiento vertical manifestándose como lesiones papulosas o elevadas en el seno de la placa previa.

3.3 Melanoma lentiginoso acral:

Su frecuencia varía en función de las razas, siendo poco frecuente en raza blanca y muy frecuente en individuos de raza negra. Se localiza más frecuentemente en palmas de manos, plantas de pies y aparato ungueal.

4. Melanoma nodular:

Tumor globuloso, nodular, pigmentado que en un 5% puede ser amelanótico. Se localiza principalmente en tronco, cabeza y cuello.

Otras formas de melanoma menos frecuentes son los melanomas nevoides, melanomas spitzoides, melanomas desmoplásicos, melanomas con desviación mínima, nevus azul maligno o melanomas de las mucosas.

El cáncer de piel se presume o sospecha clínicamente por la inspección y exploración de la lesión objeto de la consulta y se diagnostica y clasifica por el estudio histopatológico de la misma.

Realización de un hemograma y estudio de coagulación así como biopsia son estudios obligatorios. Otras pruebas optativas son bioquímica, TAC y estudio de extensión.

El diagnóstico definitivo se basa en el estudio histopatológico:

Carcinoma Basocelular

Posee componentes epidérmicos celulares y estroma mesodérmico. Es típica la disposición de las células tumorales en empalizada en la periferia. Sus células poseen núcleos basófilos grandes, ovalados o elongados y con escaso citoplasma, con relación núcleo/citoplasma mayor y ausencia de desmosomas. Las células son más basófilas que las de la epidermis normal. Entre el parénquima tumoral y el estroma se aprecia una hendidura característica, signo diagnóstico. La masa tumoral queda rodeada por un estroma mucinoso.

Carcinoma Espinocelular 

Son masas de células epidérmicas, que proliferan hacia la dermis sin aspecto uniforme. Las masas de células tumorales están compuestas por elementos con varios grados de diferenciación. Se asocia a la presencia de queratinización en grados variables, con perlas córneas compuestas por capas concéntricas de células escamosas con queratinización progresiva hacia el centro. Pueden producir disqueratosis, lagunas y luces que contienen células degeneradas redondeadas desprendidas. A mayor índice de atipia celular, menor grado de queratinización. Las pruebas inmunohistoquímicas que ayudan a hacer diagnóstico son la inmunoperoxidasa, anticuerpos citoqueratina y contra la proteina S-100, este último específico para melanocitos.

El diagnóstico de CE se establece por los datos clínicos e histopatológicos. Es necesaria la exploración de los ganglios linfáticos regionales para hallar posibles adenopatías metastásicas. Hemos de tener en cuenta que es un tumor que puede extenderse localmente por infiltración de estructuras próximas, progresión perineural o perivascular y, a distancia, vía linfática (80%) o hemática, hacia pulmón, hígado, cerebro, piel o hueso.

Melanoma:

El diagnóstico de melanoma se sospecha por la clínica ayudada de técnicas auxiliares como la microscopia de epiluminiscencia. La confirmación se establece mediante el estudio histopatológico. Hay que realizar también un diagnóstico de extensión, puesto que el melanoma puede metastatizar por vía linfática, hemática y por continuidad.

  • Melanoma de extensión superficial: Se caracteriza por cúmulos de melanocitos atípicos relativamente uniformes, de citoplasma grande con abundancia de pigmento fino. Es poco frecuente el pleomorfismo celular. En fases avanzadas, los melanocitos se agrupan en tecas en todas las capas de la piel.
  • Léntigo maligno melanoma: Se presenta como tumores planos con varios tonos de negro y gris, de contorno geométrico y tamaño variable sobre los que se desarrolla un nódulo de pocos mm que corresponde a la segunda fase de crecimiento.
  • Melanoma nodular: Se origina en la unión dermoepidérmica y se extiende hacia la dermis como un tumor invasivo de aspecto cupuliforme, con células atípicas de diferente morfología, fusiforme o epiteloides entremezcladas.

TUMORES BENIGNOS
1. Queratosis seborreicas.

El tratamiento de elección es el curetaje y la posterior electrodesecación, aunque también puede utilizarse la crioterapia y la electrocoagulación. Si las lesiones son amplias , puede ser necesario recurrir a un pequeño colgajo rotatorio o a un injerto cutáneo de grosor parcial.

2. Quistes cutáneos.
2.1 Quiste epidermoide infundibular común.
2.2 Quiste tricolémico.

El tratamiento de ambos quistes consiste en la extirpación del saco quístico entero con subsiguiente sutura. Deben extirparse por motivos diagnósticos y estéticos.

3. Nevos.

Existen diversos signos que sugieren que un nevo es un melanoma o que tiene posibilidades de evolucionar hacia dicha neoplasia. Los cinco más importantes se relacionan con las cinco primeras letras del abecedario: ­ A: asimetría,  ­B: bordes imprecisos,­ C: color cambiante: se refiere al policromatismo (áreas de diferentes colores) en un mismo nevo. ­ D: diámetro superior a 6 mm. ­ E: elevaciones papulosas en la superficie del nevo. Aquellos nevos que presentan, al menos, alguna de las cinco características indicadas se denominan nevos atípicos y deben ser biopsiados o extirpados. 

4. Tumores vasculares

El tratamiento depende del tamaño y de los síntomas. en los casos que existe una gran desfiguración , se realiza cirugia láser.

5. Queratoacantoma.

Aunque la mayoría presentan udel labio na involución espontánea, el riesgo de poderlos confundir con un auténtico carcinoma espinocelular justifica la exéresis precoz y abandonar la actitud expectante.

6. Lesiones cutáneas precancerosas.
6.1 Queratosis actínica.

Las posibilidades terapeúticas son múltiples ( aplicaciones tópicas de 5-fluorouracilo o nitrógeno líquido, o bien extirpación mediante raspado o láser). La elección del tratamiento depende de diversos factores: estado general del paciente, características de las lesiones (número, tamaño, localización, etc.), experiencia del médico con las diferentes técnicas, etc. Es esencial que se realize un seguimiento periódico, ya que casi siempre se presentan lesiones múltiples.

6.2 Queilitis actínica.

La afectación difusa del labio obliga a que el tratamiento se aplique a la totalidad de éste, por lo que la bermellectomía es el tratamiento de elección.

6.3 Lentigo maligno.

El tratamiento debe ser siempre la extirpación quirúrgica y lo más precoz posible.

7. Leucoplasia.

Las formas localizadas se destruyen mediante electrocoagulación o crioterapia. Las lesiones hipertróficas, verrugosas, fisuradas o ulceradas deben extirparse siempre que sea posible, reconstruyendose el defecto residual de cierre según proceda.   

8. Hiperplasia angiolinfoide con eosinofilia.

Excisión convencional , extirpación con láser o electrobisturí, inyección de esteroides y crioterapia.

TUMORES MALIGNOS
Carcinoma Basocelular y Espinocelular:
  1. Tratamiento Quirúrgico:
    1. Cirugía Convencional: Resección de la lesión con márgenes de seguridad y el cierre del defecto directo o mediante colgajos.
    2. Cirugía Mohs o micrográfica: Se extirpa la piel y se procesa como una biopsia intraoperatoria, de manera que no  se cierra el defecto hasta tener la seguridad de que se haya extirpado todo el tumor.
    3. Electrodesecación y curetaje: Se reseca el tumor con cureta y los restos tumorales se eliminan por calentamiento a temperaturas elevadas.
    4. Criocirugía: Nitrógeno líquido, Helio líquido, óxido nitroso. Sustancias que destruyen células produciendo temperaturas muy bajas.
    5. Destrucción local o de campo (Terapia ablativa no escisional): No tiene control histológico.
    6. Láser: Destrucción de la lesión con vaporización o coagulación láser.
  2. Radioterapia: Se aplica como adyuvante en los tumores de alto riesgo, tumores extensos, metástasis regionales e invasión perineural. Otras indicaciones márgenes positivos, tratamiento de rescate y en algunos tumores recidivantes.
  3. Quimioterapia tópica intralesional:
    • 5 Fluoruracilo
    • Imiquimod
  4. Terapia fotodinámica: Se basa en la inyección de una sustancia fotosensibilizante que es captada por las células neoplásicas, para posteriormente aplicación de la luz en la zona tumoral y fotoactivación de la sustancia con el fin de destruir las células tumorales.
Melanoma:
1. El tratamiento inicial es la escisión quirúrgica.

Después de que el diagnóstico de melanoma haya sido histopatológicamente confirmado y la lesión primaria adecuadamente microestadiada, es necesaria una exéresis amplia y profunda para asegurar la eliminación completa del tumor. Es bien conocido el hecho de que las células del melanoma pueden extenderse de manera subclínica unos mm o cm más allá de la lesión visible. Por eso, se han establecido unos márgenes quirúrgicos recomendables basados en ensayos prospectivos randomizados controlados y en la opinión de expertos.

En la actualidad muchos autores consideran que el factor pronóstico más importante es la presencia o no de patología ganglionar, realizándose una biopsia selectiva del ganglio centinela.Las metástasis linfáticas se tratan mediante disección ganglionar, aunque el manejo de los ganglios linfáticos ha suscitado controversias desde hace años.

2. Radioterapia:

La radioterapia adyuvante ha sido beneficiosa en pacientes con invasión extracapsular, nódulos linfáticos grandes, con más de 4 metástasis o con enfermedad recurrente. La radioterapia postoperatoria ha demostrado disminuir el número de fallos locales sin evidenciar un aumento en la supervivencia.

3. Quimioterapia:

No ha aumentado la esperanza de vida. El primer medicamento utilizado fue la Dacarbazina con respuesta a los melanomas en estadío IV de 10-20%.

4. Inmunoterapia:

La elección es el Interferón alfa 2 beta por sus efectos antiinflamatorios directos, aumento de la capacidad de los antígenos de histocompatibilidad y aumento de la actividad citotóxica de los linfocitos T. Los inhibidores PD 1 y CTLA-4 tienen un fúturo prometedor para el tratamiento del melanoma, principalmente en estadios avanzados.

 

Aproximadamente el 45% de los pacientes con MC tienen una activación del gen BRAF implicado en el sistema de señalización de la cinasa. Vemurafenib 42 es un bloqueador de esta señalización cuya administración en pacientes con metástasis irresecables ha mejorado el intervalo libre de progresión al 84%.

Un Carcinoma Basocelular (CBC) tratado de forma correcta tiene una tasa de curación cercana al 99% siendo el tratamiento quirúrgico el de elección. El principal problema es la capacidad de recidiva, incluso tardía (50% en el 1 año y hasta 18% entre 5 y 10 años) siendo las áreas de mayor recidiva, la nariz, el pabellón auricular, área periocular y piel del labio.

Los Carcinomas Espinocelulares (CEC) son infiltrantes y con capacidad de recidiva y de metástasis por contiguidad linfática y hemática. Los tumores que asientan en la oreja son los más recidivantes, entre 0,5 y 6% y los de labio los que dan más metástasis, hasta un 13%; la mitad de las cuales ya están presentes en el momento del diagnóstico.

Seguimiento de los tumores cutáneos:

Se recomienda como mínimo cada 6 meses durante los 3 primeros años y luego una vez al año. En función de la histología y del estadiaje precisarán o no estudios complementarios.

La historia natural del Melanoma Maligno incluye el crecimiento local y la producción de metástasis vía linfática y vía hematógena que originan la diseminación de la enfermedad y la muerte del paciente. Su pronóstico está en relación directa con la precocidad del diagnóstico y la eficacia del tratamiento.

Los efectos adversos de los tratamientos incluyen tanto disfunción física como psicosocial, por la desfiguración de los tejidos comprometidos. Ulceraciones y deformidades físicas graves principalmente en el área de cabeza y cuello. Potencialmente incluyen ectropión, epífora, úlceras de córnea, obstrucción nasal, microstomía, pérdida del pabellón auricular o varios grados de parálisis facial.

Otras complicaciones derivadas del tratamiento como la radioterapia incluyen: atrofia cutánea, discromías, telangiectasias, xerostomía, radiocondritis, osteomielitis, lesiones oculares.

  • Zaballos Diego, P. Garrido Calvo, AM. Rodero Garrido, J. Ara Martín, M. Los tumores cutáneos faciales. Vol 37 Núm 6; Marzo 2001: 241-281.
  • Poletti Serafini D, Fernández Jáñez C, Martínez Guirado T. Tumores cutáneos cervico-faciales: carcinoma epidermoide y basocelular. Libro virtual de formación en ORL. Sociedad Española de ORL y PCF.
  • Chamorro Pons M, Muñoz Caro JM, Sigüenza Sanz M, Cebrián Carretero JL. Carcinoma cutáneo no melanoma de cabeza y cuello. Capítulo 40.
  • Medina J.E, Weber R. Tratamiento de los tumores de piel de cabeza y cuello. Tratado de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. Editorial Panamericana. 2ª edición. 2008.TomoIV: 3965-3978.
  • Díaz Molina JP, Cuello Bueno GA, Llorente Pendás JL. Melanomas de cabeza y cuello. Libro virtual de formación en ORL. Sociedad Española de ORL y PCF. Capítulo 127:1-24.
  • Bishop DT, Demenais F, Goldstein AM, et al. Geographical variation in the penetrance of CDKN2A mutations for melanoma. J Natl Cancer Inst 2002;94:894-903.
  • Ivry GB, Ogle CA, Shim EK. Role of sun exposure in melanoma. Dermatol Surg. 2006;32:481-492.
  • Coit DG, Andtbacka R, Bichakjian CK, Dilawari RA, Dimaio D, Guild V, et al. Melanoma. J Natl Compr Canc Netw. 2009;7:250-275.
  • Suarez C, Gil-Garcedo LM, Marco J, Medina JE, Ortega P,Trinidad J.Tratado de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. Tomo IV 2ª edición, 2008 Capítulo 199: 2959-2975.
  • P. Zaballos Diego, AM. Garrido Calvo, J. Rodero Garrido, M. Ara Martín. Los tumores cutáneos faciales. Medicina Integral.  Vol. 37. Núm. 6.Marzo 2001: 241-281.
  • Gallegos Hernández JF, Nieweg OE. Melanoma cutáneo (MC): diagnóstico y tratamiento actuales. Gaceta Médica de México. 2014;150 Suppl 2:175-82.
Estado del artículo:
Publicado