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Autor/a:
Dr. Francesc Xavier Gonzalez Compta
Hospital:
Hospital Universitari de Bellvitge / Hospital Quirónsalud Barcelona (Barcelona)
Colaboradores:
Karen Lorena Espitia Sierra
ISBN:
978-84-09-19168-0

La presencia de cuerpos extraños en las fosas nasales es una afección frecuente en la práctica clínica otorrinolaringológica, fundamentalmente en la consulta de urgencias pediátricas. Es importante realizar un diagnóstico precoz para evitar complicaciones. Para su tratamiento es importante conocer bien la anatomía de las fosas nasales, así como tener el lugar y material adecuado, para proceder a su extracción. 

La naturaleza de los cuerpos extraños es extraordinariamente variable: piedras, juguetes, organismos vegetales, cuerpos extraños vivos, cuerpos extraños iatrogénicos en postoperatorios, proyectiles... Merecen especial atención las pilas de botón ya que son responsables de una destrucción tisular precoz debido a electrólisis (la fosa nasal es un medio húmedo y por lo tanto conductor de la corriente de bajo voltaje que se origina entre los dos polos, además favorecida por el uso de gotas nasales) y a la producción de hidróxido de potasio (base fuerte que produce necrosis).

Los cuerpos extraños se pueden alojar en cualquier área dentro de las fosas nasales, únicos o múltiples; y pueden ser uni o bilaterales, aunque son más frecuentes en la fosa nasal derecha (predominio de población diestra). Se suelen encontrar en la región anterior. En ocasiones extraordinarias, pueden penetrar por vía posterior, como consecuencia de regurgitaciones, vómitos y tos; siendo en estos casos de contenido alimenticio.

Suelen ser niños pequeños (menores 4 años) cuyos padres refieren que se han introducido un cuerpo extraño en la nariz.

A veces, el único síntoma presente es la presencia de rinorrea unilateral mucopurulenta o serosanguinolenta, fétida y resistente al tratamiento convencional; acompañándose de obstrucción nasal, epistaxis recurrente, cacosmia, ronquidos, rinolalia, halitosis, dolor dental. 

Su identificación es fácil al realizar una rinoscopia anterior mediante un espéculo y una buena fuente de luz. A veces, no se localiza (falta de colaboración del paciente, o por estar alojado en región posterior), teniendo entonces que recurrir a la endoscopia nasal con el paciente despierto, o bien bajo anestesia general, si no colabora. 

En aquellas situaciones en las que la se acompañe de abundante rinorrea sin dejar identificar el referido cuerpo, el aspirado de éstas, ayudará a su localización. En algún caso especial, puede ser de ayuda el colocar unas mechas de algodón con anestésico con vasoconstrictor, previamente a la extracción.

Rinolitiasis: consiste en el hallazgo (habitualmente de forma casual) de un cuerpo extraño alojado en la fosa nasal, que por haber pasado desapercibido durante años, se han depositado en él sales minerales, llegando a formar un cálculo que se ha detectado al hacer una exploración radiológica. En ocasiones, debido a su lento e incesante crecimiento por el depósito de sales, pueden llegar a originar síntomas obstructivos que al hacer una exploración, se detecta.  

Consiste en la extracción cuidadosa por el orificio nasal. 

El instrumental necesario para tal fin consta de:

Lámpara frontal: para poder tener las 2 manos libres, con una se sostiene el especulo nasal y con la otra el instrumento para remover el cuerpo extraño

Gancho romo o anillo metálico: el más frecuentemente utilizado. Se pasa por detrás del cuerpo extraño, arrastrándose hacia la narina.

Aspirador: para la succión de la rinorrea. 

Sonda con balón: se introduce, sobrepasando el cuerpo extraño, al llegar al cavum, se infla, y a continuación se extrae hacia narina, empujando al mismo.

Hay que recordar que la mayoría de casos son pacientes pediátricos por lo que hay que asegurarse que el paciente está bien contenido (por el padre o cuidador).

Tras la extracción se recomienda lavados nasales con suero fisiológico. Si ha habido erosión en pared medial y lateral, es recomendable la interposición de algún material (tipo espongostan®) que evite la formación de sinequias.

Algunos cuerpos extraños pueden permanecer en las fosas nasales y pasar desapercibidos hasta que son detectados casualmente; o pueden generar lesiones inespecíficas tales como edema reactivo, rinorrea mucopurulenta y formación de tejido de granulación. Pueden originar úlceras y posterior necrosis osteocartilaginosa cuando se trata de cuerpos con componente reactivo (pilas). Ésta puede llegar a dejar secuelas como perforación septal, necrosis del cornete inferior, pansinusitis, rinitis atrófica, sinequias. Las complicaciones graves son extraordinarias. Puede llegar a generar celulitis facial complicada con fístula gingivo-labial, o algún caso de meningitis.

Comportamiento de los accidentes por cuerpo extraño en Otorrinolaringología Pediátrica . Rev.Med.Electrón. vol.37 no.4 Matanzas jul.-ago. 2015

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1684-18242015000400006

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